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Economía chilena supera pronósticos y crece un 2,6% en 2024, impulsada por el auge de las exportaciones

Crecimiento económico de Chile en 2024 superó expectativas, impulsado por exportaciones, alcanzando 2,6% y reflejando aumento en consumo y comercio exterior.

El Banco Central de Chile ha presentado en su Informe de Cuentas Nacionales que la economía del país creció un 2,6% durante el año 2024, superando las expectativas iniciales. Este crecimiento se debe mayormente a un repunte en las exportaciones, que evidencian una recuperación en comparación con el año anterior. La cifra refleja una ligera mejora respecto a la proyección de 2,5% estimada anteriormente en el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec).

Además, se han realizado ajustes en las cifras de años anteriores. La expansión económica de 2023 fue revisada al alza de un 0,2% a un 0,5%, y se corrigió la cifra de 2022 de 2,1% a 2,2%. A raíz de estos ajustes, el crecimiento promedio en los tres años de la administración de Gabriel Boric se sitúa en un 1,8%.

Impulso en la Demanda y Exportaciones

Dentro del informe se destaca que la demanda interna creció 1,3%, principalmente impulsada por un aumento en el consumo. En términos comparativos, el año 2024 se benefició de un día hábil adicional y del efecto de ser un año bisiesto, lo que generó un impacto calendario de 0,2 puntos porcentuales.

Desde la perspectiva del origen del crecimiento, el Banco Central indica que las principales contribuciones provienen de la minería, el comercio, los servicios personales y el transporte. Sin embargo, los servicios empresariales y financieros fueron las áreas que más incidieron negativamente en este crecimiento.

"En términos desestacionalizados, el PIB exhibió una aceleración en el último trimestre del año que fue incidida, principalmente, por las actividades de servicios, en particular empresariales, y resto de bienes donde destacó la actividad agropecuario-silvícola. En contraste, la minería retrocedió en términos trimestrales", señala el documento.

En cuanto al gasto, el informe indica que el crecimiento del PIB fue sostenido principalmente por las exportaciones y, en menor medida, por la demanda interna. Esta última mostró un aumento en el consumo del gobierno y de los hogares. La inversión también registró un incremento impulsado por la variación de existencias, aunque se vio atenuada por una caída en la formación bruta de capital fijo (FBCF).

El consumo de los hogares experimentó una variación de 1%, impulsado por el dinamismo en la compra de bienes durables, especialmente productos tecnológicos. El aumento también se reflejó en el gasto en servicios de transporte y bienes no durables, como vestuario y productos farmacéuticos.

  • El consumo de gobierno aumentó un 3%, con especial énfasis en el gasto en salud pública.
  • La inversión tuvo una variación del 1%, influenciada por una menor desacumulación de existencias respecto a 2023, alcanzando un ratio anual de -0,3%.
  • La FBCF contrajo un 1,4% debido a una disminución en la inversión en equipos de transporte y construcción.

Comercio Exterior en Crecimiento

En el ámbito del comercio exterior, tanto las exportaciones como las importaciones de bienes y servicios mostraron incrementos, lo cual resultó en un efecto neto positivo sobre el PIB. Las exportaciones crecieron 6,6%, apoyadas principalmente por el envío de productos como cobre, cerezas, uvas y celulosa, así como en servicios de turismo y transporte.

Por su parte, las importaciones incrementaron un 2,5%, debido mayormente a la llegada de bienes, especialmente químicos, vestuario y alimentos, aunque las importaciones de servicios tuvieron un ligero retroceso.

De acuerdo a cifras ajustadas estacionalmente, la aceleración en el PIB durante el cuarto trimestre se atribuyó fundamentalmente a la demanda interna, aunque las exportaciones netas tuvieron un efecto desalentador, restando a los resultados globales.

Finalmente, el ingreso nacional bruto disponible real creció un 2,8% durante el año, cifra que supera al crecimiento del PIB, gracias a una mejora en los términos de intercambio, aunque este efecto fue en parte contrarrestado por un aumento en las rentas pagadas al exterior.

El ahorro bruto total alcanzó un 23,2% del PIB en términos nominales, significativo por estar compuesto de un ahorro nacional del 21,8% y un ahorro externo de 1,4%, reflejando un déficit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos.